Los miomas uterinos son los tumores sólidos más frecuentes de la pelvis femenina, alcanzando una incidencia de hasta el 70% de las mujeres. La mayor incidencia se produce en la quinta década de la vida, siendo sintomáticos en el 25% de los casos y la causa directa del 30% de las histerectomías (extirpación del útero).

CausasCausasCAUSAS

Como factores de riesgo destaca la raza, siendo entre 3 y 9 veces más frecuente en mujeres de raza negra que en asiáticas y blancas y la miomatosis familiar, siendo 2.5 veces más frecuente en pacientes con tres o más familiares afectos. La menarquia precoz, la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes y el consumo de una dieta en carne roja y vitamina A también parecen aumentar el riesgo de que aparezcan miomas uterinos. Por otro lado el tabaquismo (más de 10 cigarrillos al día), la paridad temprana y la multiparidad son factores que disminuyen el riesgo de padecer esta patología.

SintomasSintomasSÍNTOMAS

Los miomas uterinos se clasifican según su localización y los podemos subdividir en tres grandes grupos que son submucosos, intramurales y subserosos.

Los miomas submucosos representan del 5 al 10% de todos los miomas, pero son los que más síntomas producen. Se desarrollan en la zona cercana al endometrio y deforman la cavidad uterina desplazando el mismo y produciendo como sintomatología más frecuente, reglas muy abundantes (hipermenorrea), largas (polimenorrea) y dolorosas (dismenorrea). También se relacionan con infertilidad, amenaza de aborto, mayor incidencia de cesáreas, presentación de nalgas, rotura prematura de membranas, parto pretérmino y desprendimiento prematuro de placenta. Todo ello posiblemente relacionado con la deformidad de la cavidad uterina y las anomalías en la vascularización endometrial y placentaria que pueden ocasionar.

Los miomas intramurales suponen 80% de todos los miomas. Se producen en el espesor del miometrio y no suelen producir sintomatología salvo que alcancen un gran tamaño, ya que no afectan a la mucosa endometrial ni a la serosa uterina. Cuando por su crecimiento afectan a la mucosa endometrial o a la serosa uterina, se consideran miomas transmurales y producen síntomas similares a los miomas submucosos o subserosos.

Los miomas subserosos representan entre el 10-15% de los miomas uterinos. Son aquellos que se desarrollan debajo de da la serosa uterina y no suelen producir sintomatología, salvo en el caso de que alcancen gran tamaño, momento en el cual pueden producir síntomas por la compresión de órganos vecinos como el recto, la vejiga o los uréteres, entre los que destacan, dolor pélvico, estreñimiento, dispareunia (dolor con las relaciones sexuales) o molestias urinarias.

DiagnosticoDiagnosticoDIAGNÓSTICO

El diagnóstico de los miomas uterinos se basa principalmente en la exploración ginecológica, en la ecografía (abdominal y vaginal) y en la histeroscopia diagnóstica, prueba que se realiza en consulta de forma ambulante y permite valorar mediante visión directa, el componente submucoso del mioma y cuál es el tratamiento más correcto.

Los miomas uterinos rara vez malignizan, aunque en la exploración habitual es muy difícil de diferenciar de los leiomiosarcomas que son una tumoración maligna que afecta a 0.7 por 100.000 mujeres y año. En caso de duda diagnostica por crecimiento rápido de la tumoración o sospecha en las pruebas de imagen (ecografía Doppler y resonancia magnética) se debe proceder a la extirpación del mismo, ya que no existe ninguna prueba diagnóstica que permita hacer con certeza el diagnóstico diferencial.

TratamientoTratamientoTRATAMIENTO

El tratamiento de los miomas uterinos va a depender de muchos factores, como la edad de la paciente, el número de hijos, el número y tamaño de los miomas, la localización de los mismos y la sintomatología que producen.

Los tratamientos médicos están indicados en pocos casos ya que aunque disminuyen su tamaño, no los eliminan y tienen efectos secundarios, que en la mayoría de las ocasiones son mal tolerados por la paciente, quedando restringido su uso a pacientes en las está contraindicada la cirugía o que por su edad cercana a la menopausia probablemente dejen de ser sintomáticas en un breve periodo de tiempo. También se usan como tratamiento prequirúrgico para disminuir su tamaño y favorecer la cirugía.

El tratamiento es por tanto casi siempre quirúrgico, siendo la histeroscopía quirúrgica la técnica de elección en los miomas submucosos, ya que es minimamente invasiva y permite en la mayoría de los casos un tratamiento ambulante. En los miomas intramurales y subseroso la técnica de elección varía según la edad de la paciente, sus deseos genésicos y el número y tamaño de los miomas pudiendo ser la miomectomia (extirpación de los miomas) o las histerectomia (extirpación del útero) ya sea por vía abdominal o laparoscópica.

Especialidades:
  • Ginecología y Obstetricia