Desde el año 1982 la Unidad de Oftalmología del Hospital Ruber Internacional está integrada por un grupo de profesionales especializados en las diferentes áreas médico-quirúrgicas de la Oftalmología. De este modo, cualquier tipo de enfermedad puede ser tratada, aportando la tecnología más avanzada, tanto para el diagnóstico como para los diferentes tipos de tratamientos médicos y quirúrgicos de la especialidad oftalmológica.
Cataratas
La catarata es la opacificación o pérdida de transparencia del cristalino que provoca una disminución progresiva de la visión. El paciente que tiene una catarata percibe frecuentemente deslumbramientos al conducir por la noche o con el sol durante el día.
La degradación del cristalino se va produciendo de forma natural con la edad, pero hay otros factores como la herencia, la diabetes o contusiones oculares que pueden propiciar las cataratas.
El tratamiento de la catarata es siempre quirúrgico y consiste en la extracción del cristalino opacificado sustituyéndolo por una lente intraocular. Todo ello se lleva a cabo gracias a una cirugía microincisional que realizamos de forma ambulatoria en aproximadamente 10 minutos y con anestesia tópica (gotas) en la mayoría de los casos, lo que facilita una rápida recuperación.
Antes la recomendación era esperar a que la catarata estuviera muy avanzada para realizar la intervención pero ahora se tiende a realizarla cuando el paciente empieza a notar los primeros síntomas, de forma que no tenga que sufrir ese deterioro que impide una vida normal.
Actualmente además de corregir las cataratas se pueden introducir, en la misma operación, lentes monofocales, progresivas, con o sin astigmatismo asociado, que permiten que determinados pacientes puedan recuperar una buena visión de lejos, cerca e intermedia distancia sin necesidad de usar gafas para la mayoría de las tareas.
Glaucoma
Con el nombre de glaucoma designamos un conjunto de procesos en los que la presión intraocular, absoluta o relativamente elevada produce lesiones características que afectan al nervio óptico, originando un deterioro de visión que puede ser total e irreversible si el proceso no se detecta y se trata adecuadamente de forma precoz.
Al ser una patología asintomática hasta estadios muy avanzados esta enfermedad es conocida como "la ceguera silenciosa".
Puede aparecer de forma brusca y dolorosa (glaucoma agudo) o como enfermedad crónica e indolora.
La hipertensión ocular produce un daño irreversible sobre el nervio óptico, que puede pasar desapercibido para el paciente hasta fases avanzadas de la enfermedad. Por este motivo, es aconsejable una exploración oftalmológica en pacientes mayores de 40 años.
Nuestra unidad cuenta con un programa de detección precoz, fundamental en pacientes con antecedentes familiares de glaucoma, miopes, diabéticos… Contamos también con avanzada tecnología para realizar los más precisos diagnósticos, tales como OCT (Tomografía de Coherencia Óptica), campimetría, paquimetría y tonometría.
El tratamiento puede ser médico (mediante la utilización de colirios), con láser (iridotomía o trabeculoplastia) o bien quirúrgico.
Las técnicas quirúrgicas han cambiado notablemente en los últimos años hacia intervenciones menos agresivas y con un porcentaje muy bajo de complicaciones manteniendo su eficacia. Dependiendo del caso su glaucomatólogo puede recomendarle: cirugía microincisional (MIGS) con implante Xen, iStent o Preserflow, esclerectomía no perforante o trabeculectomía. En algunos casos es necesario el implante de un dispositivo de drenaje o válvulas (Implante ExPress, válcula de Ahmen etc). En ocasiones se le recomendará realizar cirugía de catarata asociada a estos procedimientos.
También pueden recuperarse cirugías cicatrizadas mediante la revisión con aguja de la ampolla de filtración ("needling") sin necesidad de realizar otra cirugía más agresiva.
Todos los pacientes son diagnosticados e incluidos en un protocolo de seguimiento y tratamiento adecuado a cada caso.
Nuestro servicio es pionero en investigación clínica, con numeroso artículos publicados en revistas nacionales e internacionales, así como presentaciones en congresos.
Síntomas del glaucoma
- Visión en túnel
- Pérdida súbita de visión
- Destellos en las luces
- Dolor de ojos y de cabeza
- Vómitos y nauseas
Cirugía Refractiva
En la cirugía refractiva se engloban una serie de procedimientos destinados a corregir las llamadas ametropías o defectos refractivos oculares. Entre estos procedimientos se incluyen desde técnicas laser hasta el implante de lentes intraoculares fáquicas o pseudofáquicas.
Las ametropías consisten en los defectos de refracción originados porque la imagen no se forma a nivel de la retina. Las ametropías esféricas son la miopía y la hipermetropía.
Miopía
En la miopía la imagen de un punto situado en el infinito se forma por delante de la retina. El ojo miope ve claramente los objetos cercanos, pero aprecia con dificultad los lejanos. Con independencia de que el paciente pueda acudir a una óptica a graduarse debe ser revisado por su oftalmólogo una vez al año, para descartar que no existan otros problemas asociados. Una vez estabilizada, la miopía del adulto, puede ser susceptible de operación mediante cirugía fotorrefractiva técnica Lasik / Lasek / PRK dependiendo del espesor corneal, topografía y
número de dioptrías. En algunos casos es necesario para su corrección implantar una lente intraocular epicristaliniana (ICL) o bien realizar una cirugía de cristalino trasparente. En nuestro servicio, estudiamos cada caso concreto, aconsejando a nuestros pacientes la mejor solución quirúrgica para un resultado óptimo.
Hipermetropía
La hipermetropía se caracteriza porque la imagen se produce detrás de la retina. El hipermétrope ve con dificultad los objetos cercanos. En la infancia la hipermetropía puede dar lugar a desviaciones de los ojos (estrabismo), que si no se corrigen pueden producir disminución de visión (ambliopía u ojo vago). En el adulto la hipermetropía puede ser corregida mediante Lasik o cirugía de cristalino transparente.
Astigmatismo
El astigmatismo es una irregularidad de la córnea que impide enfocar de forma clara, tanto los objetos cercanos, como los lejanos. También puede ser corregida mediante Lasik o lentes fáquicas tóricas.
Nuestra Unidad cuenta también con una alta experiencia en la cirugía de la presbicia mediante el implante de lentes intraoculares "premium" para su corrección. La presbicia (vista cansada) es la pérdida fisiológica de la capacidad de enfoque para cerca debida a la edad. Ocurre generalmente a partir de los 40 años y hace que para poder enfocar los objetos cercanos sean necesarias gafas. Al principio de forma intermitente para determinadas tareas más exigentes en cuanto a esfuerzo visual y posteriormente, cuando el proceso avanza, son necesarias de forma constante.
Retina
La retina es la capa más interna del globo ocular y puede verse afectada por múltiples enfermedades, siempre de importante repercusión sobre el pronóstico visual. De ahí la necesidad de un diagnóstico precoz para prescribir el tratamiento adecuado en cada caso.
Enfermedades de retina
Degeneración Macular Asociada a la Edad
Es la primera causa de ceguera legal en el mundo occidental. Limita la visión central, incapacitando progresivamente al paciente para el desempeño de tareas tan necesarias como leer, escribir, conducir, etc.
Existen dos tipos: seca y húmeda (exudativa). Para el tratamiento existen medidas preventivas, antioxidantes e inyecciones con antiangiogénicos (Lucenthis®, Eylea® etc.)
También existen otras enfermedades oftalmológicas que pueden afectar a la mácula como la miopía, o la coroidopatía central serosa entre otras, por ello, es muy importante acudir al especialista, ante la detección de cualquier deformidad en la imagen o encurvamiento de las líneas rectas.
Retinopatía Diabética-Hipertensiva
Los pacientes diabéticos e hipertensos tienen un riesgo añadido de desarrollar un problema vascular en el fondo de ojo (Retina). Esta situación puede provocar hemorragias de repetición, edema macular, trombosis venosas, oclusiones arteriales, pudiendo generar un importante daño sobre la visión.
En la actualidad, contamos con métodos diagnósticos y tratamientos avanzados para detener, en la medida de lo posible, el deterioro de la visión provocado por estas patologías, mediate terapias con láser y/o inyecciones intraoculares de antiangiogénicos o corticoides.
Desprendimiento de Retina
La retina puede desprenderse de manera brusca, sobre todo en pacientes miopes o tras un desprendimiento del vítreo (proceso evolutivo del envejecimiento ocular) pudiendo provocar una pérdida de visión parcial o total. Es muy importante la detección precoz de las lesiones predisponentes mediante la revisión anual del fondo de ojo de forma rutinaria y de forma preferente si existe sintomatología (visión de moscas, de luces o disminución de la visión periférica). Cualquier disminución de visión brusca debe considerarse una urgencia, teniendo que acudir al especialista para un diagnóstico precoz y tratamiento adecuado.
Contamos con un equipo con amplia experiencia en tratamientos de la retina con láser y en cirugía retiniana (cerclajes, explantes, crioterapia, vitrectomía…).
Desprendimiento posterior del vítreo
Entre la retina y la cara posterior del cristalino, envuelto por la membrana "hialoides" se encuentra el "humor vítreo", una especie de gel. Este gel formado principalmente por agua, ácido hialurónico y fibras de colágeno se va volviendo más líquido con la edad, lo que hace que se mueva provocando que la membrana (hialoides) se desprenda de la retina y el espacio que deja libre se llene con líquido de la sínquisis.
El paciente verá como unas "moscas volantes" acompasadas al movimiento de los ojos cuando mira a la claridad.
Oclusiones venosas de Retina
Cuando se obstruye la vena de la retina o una de sus ramificaciones se produce un encharcamiento debido a la falta de retorno de la sangre. Se puede producir una pérdida de visión si esta oclusión afecta a la mácula.
Oftalmología Pediátrica
El desarrollo de la visión se produce durante los primeros años de la vida, por ello, son de gran importancia las revisiones periódicas de los niños, que permiten corregir las Hipermetropías, Miopías y Astigmatismos, así como la Ambliopía ("Ojo Vago"). Cuanto antes se trate el problema, mejor será el pronóstico visual, ya que pasada cierta edad la visión que no se tenga, no podrá adquirirse después.
En ocasiones, las alteraciones no son del todo evidentes. Por ello, en el caso de los niños, deberemos sospechar que existe alguna patología si se frotan mucho los ojos, se alejan o acercan mucho para leer, si tuercen la cabeza tratando de ver de manera óptima, si les duele frecuentemente la cabeza o si se enrojecen los ojos.
En la unidad de Oftalmología de Ruber Internacional contamos con un programa de diagnóstico y tratamiento precoz de las alteraciones de visión de los recién nacidos:
retinopatía del prematuro, cataratas congénitas, tumores intraoculares.
Patologías oftalmológicas pediátricas más comunes
Estrabismo
El estrabismo es la pérdida del paralelismo ocular, de forma que un ojo se convierte en dominante (ojo fijador) y el otro se desvía en cualquier sentido, vertical, horizontal u oblicuo.
Puede aparecer a cualquier edad, y puede estar motivado por distintas causas.
Es normal que los recién nacidos no fijen la mirada, pero si la desviación persiste pasados los tres primeros meses de vida, debe ser valorado por el oftalmólogo, para establecer un diagnóstico y tratamiento precoz.
El tratamiento de los problemas de motilidad ocular (estrabismo, visión doble o diplopía, nistagmus) incluye: gafas, prismas, oclusiones, penalizaciones, toxina botulínica y cirugía muscular.
Ojo vago (ambliopía)
En esta patología el cerebro desprecia la información que le llega de uno de los ojos, debido a que la conexión entre el ojo y el cerebro no se ha desarrollado adecuadamente. Esto puede causar una importante pérdida de visión en unos casos y en otros la desviación del ojo vago.
El tratamiento de la ambliopía debería hacerse cuanto antes (en la infancia) y así las probabilidades de éxito aumentan considerablemente.
Los tratamientos para la corrección de la ambliopía pasan por:
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- Corrección de problemas refractivos de visión (miopía, astigmatismo, hipermetropía) con el uso de gafas.
- Reeducación de la visión. Lo más común es tapar el ojo con la visión correcta para obligar al cerebro a aceptar las imágenes del ojo amblíope. También es posible el uso de colirios que oscurecen la visión del ojo correcto.
Ejercicios oculares: como el alejamiento y acercamiento de un bolígrafo.
Obstrucción del lagrimal (Dacriocistitis Congénita)
Es muy común que los niños al nacer no tengan completamente formada la vía lagrimal lo que hará que tenga los ojos llorosos, irritados y con legañas.
Este problema se suele corregir de forma natural a los pocos meses por lo que el tratamiento se reducirá a unos pequeños masajes en la zona del lagrimal y llegado el caso a unos colirios antibióticos.
Defectos refractivos
El astigmatismo, la miopía y la hipermetropía son los problemas refractivos que pueden aparecer en la infancia. Su detección precoz es fundamental para que el niño pueda realizar su vida con normalidad mediante el simple uso de unas gafas.
Otros Tratamientos
Enfermedades de la órbita
La órbita es el espacio óseo que aloja, tanto el globo ocular, como las estructuras que lo rodean (músculos, grasa, vasos y nervios). En este complicado espacio, pueden aparecer tumores benignos o malignos, así como problemas inflamatorios, que requieren un tratamiento médico-quirúrgico.
El Hospital Ruber Internacional ofrece la posibilidad de tratar estas patologías, de forma conjunta con otros servicios (Radioterapia, Neurocirugía, Gammacirugía), para conseguir el resultado óptimo.
La Unidad de Oftalmología realiza descompresiones en la orbitopatía tiroidea, tratamiento quirúrgico de la fractura del suelo de la órbita y extirpación de tumores orbitarios.
Ojo seco
Es una de las patologías más frecuentes de la consulta en el momento actual. Puede considerarse una enfermedad multifactorial que afecta a la película lagrimal tanto en cantidad como en calidad, produciéndose un daño sobre la superficie ocular y molestias inespecíficas pero crónicas que alteran la vida cotidiana del paciente. En casos graves puede llegar a dañar la córnea con importante incapacidad visual.
Síntomas como escozor, picor, sensación de arenilla, son algunos de los datos que sirven para diagnosticar esta enfermedad. Por otra parte es preciso una exploración oftalmológica para determinar si existe blefaritis, alergia o alteraciones palpebrales que favorezcan el ojo seco.
Enfermedades sistémicas (síndrome de Sjoegren, alteraciones tiroideas, enfermedades reumatológicas, enfermedades hormonales…) pueden tener como primera manifestación un ojo seco.
El diagnóstico está basado en la sintomatología, la exploración y en los estudios complementarios como el test de osmoralidad, el test de Shirmer o la tinción con Rosa de Bengala.
En los casos más leves, cuando no hay enfermedades asociadas oculares o generales, el tratamiento es sustitutivo, utilizando lágrimas artificiales adecuadas a cada caso. En casos más severos puede asociarse la colocación de tapones lagrimales que ayuda a retener más la lágrima en el ojo, fármacos moduladores de la inflamación, suero autólogo, etc…
Finalmente si existen enfermedades asociadas oftalmológicas como la Blefaritis o Malposiciones palpebrales (Entropión, Ectropión, Lagoftalmos), éstas deben ser tratadas para mejorar los resultados. Ante enfermedades sistémicas graves que puedan afectar a la córnea con disminución de la agudeza visual puede ser necesario el uso de corticoides, ciclosporina o taponamiento permanente de los puntos lagrimales.