Alopecia: Definición, síntomas, diagnóstico y tratamiento.
La doctora Diana Camacho, médica Dermatóloga responsable de la Unidad de Alopecia del Hospital Ruber Internacional y CDI, nos habla sobre esta pérdida anormal del pelo, que puede afectar al cuero cabelludo o a otras zonas de la piel como las pestañas, axilas y barba.
Hablamos de "alopecia" para referirnos a las diferentes patologías que cursan con pérdida de pelo. Hay múltiples tipos de alopecia y, generalmente, se dividen en dos grupos: las alopécicas cicatrizales (que dejan una "cicatriz" y pueden ser causa de pérdida permanente de pelo) y las no cicatrizales, que con tratamiento pueden ser reversibles y recuperar el pelo perdido.
Cuáles son los síntomas más frecuentes
Los síntomas varían según el tipo de alopecia: por ejemplo, en el efluvio telógeno, el síntoma principal es la caída abundante de más cantidad de pelo de la que se suele perder de manera habitual. En casos de alopecia androgénica no tendremos una caída exagerada, sino que notaremos poco a poco cómo disminuye la densidad capilar. En casos de liquen plano pilar puede existir picor, escozor y descamación en el cuero cabelludo.
Cómo se diagnostica
Muchas alopecias se diagnostican sin necesidad de pruebas complementarias, con una historia clínica y exploración físicas adecuadas. A veces es necesario la realización de una analítica y, en algunos casos, la realización de una biopsia para examinar el tejido al microscopio y ver exactamente el tipo de alopecia al que nos enfrentamos.
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Cuál es el tratamiento
Los tratamientos varían según el diagnóstico. A día de hoy los fármacos empleados son muy efectivos y seguros, y la alopecia androgénica ("calvicie común", que afecta tanto a hombres como a mujeres) cuenta con tratamientos muy efectivos que consiguen mantener y recuperar gran parte de la densidad perdida.
Los tratamientos pueden ser tópicos, orales o en forma de mesoterapia (infiltrados), pidiendo combinarse para alcanzar mejores resultados.